Nacido en Madrid el 28 de diciembre de 1973, Eloy Morales es un pintor hiperrealista español.

Iniciado por su padre, un autodidacta apasionado que dedicaba sus noches al dibujo, después de sus días de trabajo, Eloy Morales se ejercita en este arte desde su más tierna infancia. El artista cuenta así que a los siete años, podía trabajar semanas en un solo dibujo.

Acariciado por lecturas de cómics como “Conan el Bárbaro”, el joven se prueba a sí mismo en la reproducción de varias escenas de combate, particularmente inspirado por el trabajo de John Buscema en los que reconoce una cierta justeza anatómica.

A los nueve años descubre la pintura al óleo: un medio particularmente complejo de dominar, revelador de una temprana búsqueda de técnica.

Convencido de haber encontrado su camino, Eloy Morales nunca dejará de dibujar, acuarelar, pintar, a lo largo de su vida. Graduado en Bellas Artes de Madrid (Universidad Complutense) en 1998, el artista describe este período de estudios como un período de intensa investigación: curioso de todas las artes, de todos los maestros, observa y construye progresivamente su propia identidad pictórica.

Una de sus primeras series de retratos, titulada “El Nadador”, representa a un nadador con gorro de baño rojo y manifiesta una voluntad de trabajar en los contrastes cromáticos, así como una búsqueda meticulosa de exactitud.

Pero es la realización de “David” en 2007, un óleo sobre lienzo de gran formato que retrata a su hermano embadurnado de espuma de afeitar, lo que marca un punto de inflexión en su carrera: el brillo de la espesa sustancia algodonosa le sopla la idea de la serie que lo hará conocido del gran público. “La pintura en my cabeza” o “Paint in my Head” ha nacido.

Su título juega con las palabras para insuflar al espectador el tema de estos cuadros: Eloy Morales nos habla de su relación con la pintura a través de autorretratos en los que se pone en escena, con la cara cubierta de pintura. El artista describe este enfoque como un deseo de expresar la forma en que ha interiorizado su práctica a lo largo de su vida, y cómo esta última ha podido afectarlo. Asimismo, la serie parece coincidir con su propia evolución, los empastes se hacen más gruesos, más fluidos o, por el contrario, más viscosos, a veces más coloridos… a imagen de un testimonio metafórico de su experiencia y de su sentimiento.

Eloy Morales, aunque tiene un dominio consumado, no tenía la intención de convertirse en un pintor hiperrealista o ser calificado como tal. Al querer ver todo lo que podía ofrecer primero, el artista jugó con los límites de lo figurativo, tal habilidad técnica crea confusión en el espectador: ¿es fotografía? ¿Es realmente pintura?

Es acercándose a la obra que se resuelve el enigma: se distinguen los trazos como pelos de pinceles atrapados en la materia.

Cada uno de estos retratos identificables, ya sea de él mismo, amigos o familiares, tienen como objetivo reflejar la psicología del personaje, representar su mundo interior, sus sentimientos. El puente que inicia la conexión entre el espectador y el sujeto pasando por la mirada, se presta gran atención al dibujo de los ojos, generalmente colocado en el punto central de sus composiciones.

Aunque depuradas, sus obras a menudo están marcadas por la introducción de un elemento inesperado, un accesorio, una materia… tomando la forma de una iconografía simbólica propia del universo de Eloy Morales. Capturando al individuo y su sensibilidad, el artista pone al descubierto nuestra humanidad en toda su fragilidad.

Manteniendo esta necesidad de experimentación, Eloy Morales va más allá en la búsqueda de lo humano al entregarnos hoy fragmentos de vida. Desde el nacimiento con “Adam & Eve”, un díptico que reúne a dos gigantescos bebés al comienzo de su existencia, hasta las emociones del amor con “Pareja” o la serie “Kiss”, que congela instantes de escenas de deseo carnal. Estas dos últimas obras mencionadas están marcadas intencionalmente con el sello de una sexualidad que el artista llama a liberar. De hecho, aunque se considera que España cuenta con una de las legislaciones más progresistas en materia de derechos de la comunidad LGBTQIA+ (incluyendo el matrimonio homosexual desde 2005), aún sufre homofobia… Eloy Morales nos ofrece así obras poderosas y militantes, por el respeto de los derechos universales de cada uno.

Galardonadas en varias ocasiones, sus obras ahora se exhiben en numerosas colecciones en todo el mundo, tanto privadas como públicas, en Estados Unidos, México, Alemania, Inglaterra, Países Bajos, España y Francia…

En 2017, el artista fue también objeto de un documental titulado “Eloy, un vistazo a la vida de un pintor”, dirigido por Harry Woollacott y presentado en el festival de Cannes.