Nacido en 1948 en París y formado en la Escuela de Bellas Artes de Rouen, Michel Bassompierre es hoy uno de los artistas más importantes en el campo de la escultura animal contemporánea. Bassompierre insufló a esta disciplina un estilo singular y nuevo, reconocible a primera vista. Su obra seductora, delicada y conmovedora ha recorrido el mundo, dejando escapar su bestiario de mármol y bronce en los cuatro rincones del planeta.

Formado en el taller de René Leleu en la Escuela de Bellas Artes de Rouen, Bassompierre aprende a mirar y observar. Son kilos de bocetos los que realiza, lo que le permite construir su comprensión del cuerpo del animal, esta máquina hábilmente articulada de la que captura la línea y el movimiento. Es precisamente esta vida la que logra hacer transparecer, lo que hace que su obra sea tan sensible. En la línea de François Pompon, Michel Bassompierre se deshace de la anécdota para ir a lo esencial.

Privilegiando a los animales de formas redondas, elefantes de Asia, gorilas, osos o caballos, Bassompierre logra crear una forma a la vez suave y precisa donde nunca la luz choca con la sombra. Esta relación plástica traduce, por otro lado, su vínculo con el mundo salvaje, por el que alimenta una gran fascinación lejos de cualquier antropomorfismo.

Estos animales pacíficos que parecen sorprendidos en la intimidad de su vida se encarnan en bronce o mármol de Carrara según los códigos tradicionales de la escultura. Michel Bassompierre utiliza especialmente la técnica de la cera perdida para todos sus bronces patinados.